Constelar una búsqueda inmobiliaria
Hoy os comparto una sesión de constelación para una situación en concreto, para que podáis conocer diferentes formas de trabajar con figuras. Es un ejemplo real, de un consultante varón de 52 años.
Un empresario consulta, porque no puede encontrar un local nuevo para su empresa. Su empresa estaba creciendo mucho, eso había traído muchas incorporaciones nuevas, y el local ya quedaba pequeño. Tenía todas las buenas intenciones de conseguir un lugar más adecuado, para sus empleados, para que pudieran “estar a gusto, cuando comen, cuando descansan y cuando trabajan”. También había pensado en los clientes, quería que el local nuevo tuviera una zona de espera, que sea confortable, con wifi y servicios como café y snacks. No entendía, por qué si la intención era buena, el local se resistía a aparecer. “Lo que vale es la intención… ¿No?”
Luego de acomodarnos en la mesa, y ya concentrados en el trabajo a realizar, le pedí que escogiera los siguientes representantes en figuras:
Uno para él, uno para su empresa, uno para sus clientes, uno para el local actual, uno para el local nuevo y otro para los recursos necesarios para conseguir su objetivo (no importa lo que fuera, puede ser una persona, un crédito, etc.).
Y aquí es, donde el subconsciente nos muestra la verdadera dinámica que está operando en nosotros.
Al colocar las figuras, observo lo siguiente:
1— Se ha colocado a él mismo mirando hacia el futuro, a su local nuevo… Pero con una mano, sostiene al local actual que está intentando escaparse para otro lado. Para el local actual ha escogido una figura de vaca, así que la puede sostener fácilmente por la cola.
2— Los recursos están un poco más alejados, fuera de su vista. Pero miran directamente a él.
3— El local está enfrente suyo, un poco alejado, pero también mira directamente a él.
4— Empresa y clientes forman una dupla, un poco alejados entre ellos, pero mirándose entre sí.
Aquí lo curioso es que todos se miran, menos el local actual (vaca), que se escapa de la escena. Así que le pido, que rellene ese espacio adonde mira el local actual, y coloca una nueva figura.
Luego de la colocación, y la observación, pasamos al SENTIR. ¿Qué hace sentir esta escena al consultante? Mirando la escena, él nota que se siente abrumado, porque se siente en dos lugares a la vez, y sabe que tiene que pasar página, dejar ir a su querido local. Por otro lado, se nota tranquilo, porque ve que su empresa tiene una alianza firme con los clientes, que hay paz y confianza entre ellos. Al tocar cada figura, va escuchando lo que cada uno, tiene que decir.
El local nuevo le dice: yo estoy acá, esperándote, pero yo no me voy a mover.
Los recursos: más de lo mismo. Le dicen, «yo estoy a tu disposición, por favor, mírame, y úsame».
El local actual, le dice que tiene un nuevo proyecto esperando. “Ya he dado todo lo que tenía que darte, déjame ir.”
Empleados y clientes, le dicen que confían, en él. Que no se preocupe por ellos, que se focalice.
La figura nueva, hacia donde se dirige el local actual, es el nuevo inquilino. Le dice «Suéltalo, ahora me toca a mí. Gracias».
Como se puede apreciar, la constelación revela que no es un problema económico, tampoco falta de oferta, pues el local perfecto existe, y lo está esperando…. El bloqueo revelado es el apego muy fuerte con su ubicación actual.
Luego de pronunciar las frases sanadoras necesarias, el cliente siente que algo se ha liberado. Y siente que las figuras buscan recolocarse. Poco a poco va moviendo hasta “estar a gusto”.
El local actual se aleja para irse con su nuevo inquilino, el local nuevo se acerca justo enfrente a él, los recursos se colocan a su izquierda. Empresa y clientes se acercan mutuamente frente a frente.
Siente que ha dado un paso más hacia la solución. Pero su figura, no mira directo al local nuevo. Mira un poco de perfil, así que le pido que coloque una figura allí, justo donde está mirando. Y al colocarla, me dice que son las nuevas situaciones que hay siempre (cambios, ideas, proyectos nuevos, todo el día a día familiar).
Y aquí, vuelve a darse cuenta, que no se está focalizando al 100% en su búsqueda inmobiliaria, pues siempre necesita estar con muchas cosas a la vez. Cuando suelta un tema, se engancha en otro.
Conclusión: Las constelaciones nos ayudan a revelar el bloqueo subconsciente, pero no lo soluciona. La resolución debe venir por nuestro cambio de actitud. Hacernos responsables de abandonar las dinámicas insanas descubiertas en la constelación, e introducir nuevas conductas más apropiadas, que nos acerquen al objetivo deseado.